Un arma secreta para reflexión del evangelio de hoy
Esta experiencia revela que el Espíritu Santo es como un viento robusto y libre, es sostener, nos trae fuerza y nos trae albedrío: rumbo musculoso y libre. No se puede controlar, detener ni calibrar; y ni siquiera predecir su dirección. No se deja enmarcar en nuestras exigencias humanas — nosotros tratamos siempre de enmarcarlo todo—, no se